Claves para pasar de emprendedor a pyme

En la mayoría de los casos, cuando decidimos encarar un emprendimiento lo hacemos en una actividad o rubro en el que tenemos cierta experiencia. Sin embargo, desarrollar un negocio es mucho más que hacer algo que sabemos o algo que nos gusta.

Si queremos que el emprendimiento crezca y llegue en el mediano plazo a ser una empresa pyme, debemos aprender a adoptar diferentes roles para gerenciarlo de manera moderna, y tener en cuenta algunas acciones clave para aplicar en los distintos sectores del emprendimiento:

En lo estratégico:
Comprender las particularidades de la planificación estratégica y visualizar claramente las diferentes etapas o procesos que involucra.

Tener claro dónde estoy y adónde quiero llegar. En general, los emprendedores se manejan intuitivamente y en base al conocimiento del sector o a experiencias de trabajos anteriores, pero no tienen una mirada puesta en el mediano y largo plazo.

Conocer el contexto en el que desarrollo mi emprendimiento: quiénes son mis proveedores y clientes clave, con quiénes compito y qué factores del entorno me pueden afectar.

En lo interno, evaluar los distintos recursos que poseo y que me permiten desarrollar mis actividades.

Con esta información, realizar un análisis FODA: identificar amenazas y oportunidades (entorno externo) que pueden incidir en el desempeño del emprendimiento y fortalezas y debilidades (interno).

Tener en cuenta que lo básico de una buena planificación es ahorrar gastos innecesarios y generar el máximo de ganancias, pensando por anticipado en lo que puede ocurrir y trazando el mejor camino para lograr los objetivos.

En lo comercial:
Usar dos herramientas fundamentales: el plan de ventas y el plan de marketing para trabajar en la imagen y comunicación de mi producto o servicio, en función de mi cliente objetivo.

Establecer objetivos de ventas, desafiantes pero alcanzables, e identificar los factores que influyen en su determinación.

Segmentar a los clientes en grupos con características específicas para focalizar la gestión comercial.

En los recursos humanos:
Conformar un equipo de trabajo que permita delegar tareas para que el emprendedor se focalice en hacer crecer su negocio. Si quiero crecer, no puedo seguir haciendo todo.

Realizar un proceso de selección de personal más profesional, que me dé mayores garantías sobre las capacidades y potencial de quienes ingresen a mi equipo.

Guiar al equipo, transformándome en su líder; para hacerlo tendré que capacitarme y asumir las prácticas que contribuyen a mejorar mi labor como jefe.

Prestar atención a la comunicación, factor clave en el trabajo de cualquier equipo. La comunicación siempre se hace entre dos partes, el emisor y el receptor. Y la retroalimentación resulta clave.

En la gestión de contabilidad y finanzas:
Disponer de información confiable, comenzando paulatinamente a usar las herramientas de gestión económica – financieras básicas y realizar estadísticas que permitan fundamentar las decisiones a través de un soporte numérico (y no solo por intuición).

Hacer periódicamente un análisis ordenado y lógico de la evolución de la gestión del negocio, de sus riesgos, su viabilidad y proyecciones de posibles resultados para planear sus posibilidades de crecimiento de manera sustentable.

Tener presente el punto de equilibrio del negocio.

Elaborar un estado de resultados y un flujo de caja que serán útiles como herramienta de planificación y control.

En la planificación del negocio:
Tener un plan de negocios. El destino del negocio no puede estar solo en las ideas que tengo en mi cabeza. El Plan de Negocios es una herramienta que sirve como guía en el desarrollo del emprendimiento. La planificación de un negocio no da garantías de éxito, pero ayuda a llevar adelante las situaciones de incertidumbre de mejor modo y poder tomar decisiones con mayor seguridad.

En los aspectos legales e impositivos:
Plantearse las ventajas y desventajas de iniciar un proceso de formalización en la medida en que el emprendimiento crece.

Buscar asesoramiento para identificar las características de los diferentes tipos de sociedades y los costos que cada una implica.

Tomate unos minutos para pensar en los conceptos mencionados y tratá de ir poniéndolos en práctica en el día a día de tu emprendimiento, para que te sean de utilidad en el recorrido de ese camino que te llevará a convertirte en una pyme.

 

Fuente: buenosnegocios.com